La respuesta es que no es fácil.
Sin que medie gestión amistosa alguna, los consumidores que han impagado alguna cuota de préstamo bancario, reciben una correspondencia “prenormalizada” en la que se les comunica que sus contratos han sido resueltos de forma anticipada. Es decir, les van a reclamar lo que no pagaron y el resto aún no vencido. En nuestra opinión esa comunicación no siempre reúne los requisitos que la Ley exige para permitir que el Banco obtenga del Juez tutela ejecutiva.
Habitualmente la gente no entiende la serie de conceptos que acarrea la liquidación de un préstamo. Y no lo entienden porque es prácticamente ininteligible. Deberían saber, eso sí, cuál es el importe impagado, lo que deben. Pero muchas veces son pequeños importes, uno suele tener dinero en la cuenta y si te quedas sin saldo, las cosas se lían. ¿Qué hacer entonces?.
Lo primero es importante conseguir un extracto del préstamo (número 1), aunque a veces no se dispone de él hasta que la cosa llega a juicio. En ese documento deberíamos poder comprobar si se respetan las condiciones pactadas. Así que, también, habremos de tener una copia del contrato (número 2). Y tiene mucha importancia disponer de esos dos documentos desde el primer momento en que se produce el descubierto, por pequeño que sea. Hay que luchar para conseguirlos, porque las Entidades bancarias son pioneras en esto de poner dificultades para expedir documentos para los clientes. A partir del impago se generarán cobros en la cuenta: intereses de demora, comisiones. Los cálculos se vuelven más y más complejos. No es fácil conocer y calcular el capital vivo pendiente de amortizar, las cuotas impagadas, sus intereses moratorios y comisiones, así como intereses ordinarios hasta la fecha de cierre sobre el capital.
Una vez tengamos los documentos en la mano podremos comprobar si hay cláusulas abusivas: resoluciones anticipadas, usura, por ejemplo. Lo iremos viendo. Pero no debemos permitir que nos ejecuten sin más en un proceso sumario de cognición muy limitada, como es un proceso ejecutivo.